miércoles, 9 de marzo de 2016

Liderazgo y Habilidades Gerenciales



La gestión empresarial hoy en día es un tema muy importante y resulta interesante cómo el liderazgo en conjunto con una buena gestión es lo que conlleva al éxito dentro de la organización y por supuesto es lo que resulta estar presente en los mejores mercados enfrentando los caminos de la globalización y prospectiva estratégica que se plantee en la empresa.
 

Ahora bien, entendemos por gestión la asunción y ejercicio de responsabilidades sobre un proceso, es decir, sobre un conjunto de actividades, lo que incluye: la preocupación por la disposición por los recursos y estructuras necesarias para que tengan lugar; la coordinación de sus actividades y correspondientes interacciones; la rendición de cuentas ante el abanico de agentes interesados por los efectos que se espera que el proceso desencadene (Fantova, 2005).
 

Los fines del liderazgo incluyen obtener resultados a través de otros, y los medios del liderazgo incluyen la capacidad de construir equipos cohesivos y orientados a las metas. Los buenos líderes son quienes construyen equipos para obtener resultados entre una variedad de situaciones (Hogan, Curphy y Hogan, 1994).
 

De acuerdo a las anteriores definiciones podemos decir, que lo ideal para el éxito de una empresa es el trabajo conjunto de la gestión y del liderazgo, es decir, sus objetivos vayan de la mano para obtener las metas deseadas, sin embargo, existen empresas que tienen un buen liderazgo, pero carecen de una buena gestión, y también se presenta de manera viceversa, es aquí en donde nos damos a la tarea de revisar en conjunto dónde está la causa-raíz del problema cuando la gestión y liderazgo no están dando los resultados que la empresa tiene como prioridad.
 

El empleado, sin importar su nivel en el organigrama de la empresa, es el factor más importante dentro de ella, es quien debe tener un alto grado de compromiso y responsabilidad de sus funciones dentro de la organización, son los empleados quienes determinan en gran medida a los buenos o malos resultados, y es así cómo se mide el índice de productividad y efectividad empresarial. Con lo anterior, en ocasiones el empleado no se siente identificado con la empresa y por ende no está dando su máxima capacidad para realizar las acciones que requiere el éxito de una buena gestión y liderazgo.
 

Los cuestionamientos surgen cuando nos preguntamos: quién o quiénes, qué y por qué, son las determinaciones de verificar éstos buenos o malos resultados, sabemos que los ejecutivos o empleados de primer nivel son los principales promotores de un buen desempeño, son quienes deben poner el ejemplo en alto, no obstante también viene el lado de la motivación y satisfacción al sentirse identificado con la visión de la organización.
 

El liderazgo se presenta en tres aspectos muy importantes: el líder, los seguidores y la situación, donde el líder tiene la habilidad de identificar y comprender las situaciones donde se debe presentar el liderazgo e influir en otros para lograr las metas deseadas, desarrollando las habilidades gerenciales para realizar una buena gestión. Es importante mencionar que el líder convierta a los seguidores en líderes, con ello se coadyuva a actuar y tomar decisiones en una situación de conflicto. El líder y los seguidores deben estar en constante comunicación de lo que sucede en la empresa, cuando se presenten situaciones que deben ser corregidas es cuando se debe poner mucha atención por parte de los encargados del o los departamentos de la organización.
 

Corresponde al liderazgo crear una estrategia que permita la organización triunfar, crecer, prosperar y vencer a la competencia. En una economía sin fronteras, la pregunta ¿cuál es nuestra estrategia y cuáles son las estrategias de nuestros competidores? Debe, como la pregunta ¿cuál es nuestra actividad fundamental?, formularse y responderse a menudo porque la estrategia tiene que derivarse de la realidad competitiva de la empresa (Hesselbein, Goldsmith, & Beckhard, 2004).
 

De antemano sabemos que en tiempos de crisis se debe poner mayor hincapié en el buen ejercicio del liderazgo, regresamos ahora a la concepción que la situación hace al líder, de ésta manera una buena planeación y el seguimiento de cada uno de sus objetivos es lo que conlleva a desarrollar las habilidades gerenciales. Cuando la competitividad se encuentra frente a nuestra empresa debemos reforzar el liderazgo y trabajar en metas medibles, alcanzables y orientadas a resultados potenciales.
 

Una vez definido liderazgo y gestión, se tiene una ardua tarea de realizar las actividades y funciones con alta responsabilidad y compromiso, es muy importante realizar un autodiagnóstico de nuestras fortalezas y debilidades, y nuestras oportunidades y amenazas para conocer a fondo dónde es que se tiene que trabajar. Día a día nos encontramos con incertidumbre, para esto es necesario crear diferentes alternativas a seguir como líderes que somos, vivimos en un país, lleno de muchos grandes proyectos a realizar para hacer más competitivos y ricos no sólo en infraestructura, industria, comercio y turismo, sino en lo más importante, en el recurso humano, cada vez debemos ser más responsables de nuestras acciones para convertirnos en una sociedad líder llena de retos y con prospectiva estratégica bien definida.
 
Msc. Naily Rivas


Referencias.

 

Fantova, F. (2005). Manual para la gestión de la intervención social. Políticas, organizaciones y sistemas para la acción. Madrid: CCS.
 

Hesselbein, F., Goldsmith, M., & Beckhard, R. (2004). El líder del futuro. España: Deusto.
 

Hughes, R. L., Ginnett, R. C., & Curphy, G. J. (2007). Liderazgo. Cómo aprovechar las lecciones de la experiencia. (Quinta ed.). México: Mc Graw Hill.

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